Las sociedades necesitan un sistema de justicia fuerte que garantice el ejercicio de los derechos fundamentales de las personas y que favorezca el desarrollo económico de sus estructuras públicas y privadas. Contar con servidores judiciales bien formados para dar respuestas oportunas y de calidad a los usuarios del sistema es uno de los puntos más importantes para garantizar una buena administración de justicia. Es importante que la inversión en capacitación esté garantizada por el respeto de la Carrera Judicial, no vale la pena capacitar a personas que no tienen la garantía de permanencia en el sistema. En la República Dominicana tenemos la suerte de contar con ese binomio: carrera y capacitación.
La Escuela Nacional de la Judicatura, está llamada a jugar ese rol estelar de formar y capacitar a todos los servidores judiciales, así como a todas aquellas personas que aspiran a formar parte del sistema judicial desde la función de juez.
Desde su creación, en 1998, la Escuela ha dado pasos firmes en este sentido, su fortaleza ha sido reconocida por el constituyente del año 2010 quien ha establecido que para ser juez es indispensable haber aprobado los programas de formación de la Escuela Nacional de la Judicatura, quedando de esta manera consagrada en nuestra Constitución como el paso fundamental para ingresar al tren judicial.
Como Directora es un gran reto continuar fortaleciendo el espacio plural, abierto y democrático de la Escuela Nacional de la Judicatura, en el cual se alberga la esperanza de una justicia pronta, oportuna y de calidad, que asista a los usuarios de la justicia como lo espera la ciudadanía.
¡Esta Escuela es un compromiso de todos!